miércoles, 20 de febrero de 2019

TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE




El trastorno del aprendizaje se define como una dificultad inesperada, específica y persistente para la adquisición de un aprendizaje pese a una instrucción convencional, nivel de inteligencia y oportunidades socioculturales adecuadas. 
Estos trastornos se incluyen dentro de los trastornos del neurodesarrollo e interfieren en el aprendizaje de habilidades académicas y/o sociales y a menudo coexisten con problemas de conducta, de estado de ánimo y/o de ansiedad.



Los trastornos del aprendizaje, si no son detectados a tiempo, no se diagnostican de manera correcta y no son tratados de forma efectiva exponen al niño a repetidas experiencias fallidas, pueden reducir la motivación por el aprendizaje y favorecer la aparición de problemas asociados que afectan la autoestima y el bienestar emocional del niño. El niño puede mostrar signos de tristeza, frustración o decepción.

1.  DISLEXIA

La dislexia es un trastorno del aprendizaje que supone la dificultad para leer a raíz de problemas para identificar los sonidos del habla y para comprender cómo estos se relacionan con las letras y las palabras (decodificación). La dislexia, que también se denomina «dificultad de lectura», afecta zonas del cerebro que procesan el lenguaje.




Las personas con dislexia tienen una inteligencia normal y, por lo general, también una visión normal. La mayor parte de los niños con dislexia puede tener éxito en la escuela con la ayuda de un tutor o de un programa de enseñanza especializado. 

El apoyo emocional también juega un papel importante.

Aunque la dislexia no tiene cura, la evaluación e intervención tempranas producen los mejores resultados. En ocasiones, la dislexia no se diagnostica durante años y permanece sin ser identificada hasta la adultez, pero nunca es tarde para buscar ayuda.


2.  DISGRAFÍA

La disgrafía es una dificultad para coordinar los músculos de la mano y del brazo, en niños que son normales desde el punto de vista intelectual y que no sufren deficiencias neurológicas severas. Esta dificultad impide dominar y dirigir el lápiz para escribir de forma legible y ordenada.



La escritura disgráfica suele ser parcialmente legible, ya que la letra del estudiante puede resultar muy pequeña o muy grande, con trazos mal formados. 

El disgráfico no puede respetar la línea del renglón ni los tamaños relativos de las letras, ya que presenta rigidez en la mano y en su postura. Incluso hay veces en que escribe en sentido inverso, de derecha a izquierda.

Por otra parte, los disgráficos no pueden escribir a velocidad normal. Por eso, los especialistas recomiendan no presionar a los niños afectados exigiéndoles mayor prisa.


3.  DISFASIA

La disfasia es un trastorno en la adquisición del lenguaje que se manifiesta en una alteración en la expresión y comprensión del lenguaje.



Los niños disfásicos presentan déficit en el lenguaje, tanto a nivel comprensivo como expresivo.

Suelen utilizar gestos y mímica para poder expresarse.

Existen una serie de síntomas, que son los que aparecen con más frecuencia y que son los relacionados con la expresión y comprensión del lenguaje:

Omisión de elementos gramaticales a la hora de organizar una frase.
 
En ocasiones suelen manifestar pocas intenciones de comunicarse con los demás.
 
Pobreza de vocabulario.
 
Dificultad para utilizar los pronombres personales.
 
No suelen utilizar preposiciones y conjunciones.
 
Los verbos los suelen emplear en infinitivo.
 
Dificultad en la adquisición de los morfemas como el género, número y morfemas verbales.
 
Alteración de la comprensión, pudiendo parecer en ocasiones, sordos.
 
Dificultad para recordar y repetir frases largas.
 
Reaccionan muy bien a los apoyos no verbales y por ello la utilización de gestos les ayuda mucho.
 
Repetición de palabras sin saber su significado.

Con frecuencia estos síntomas van acompañados de otros síntomas como:

Alteraciones de estructuración espacial y temporal.
 
Dificultades en las praxias orofaciales: movimientos que intervienen en la articulación de los fonemas.
 
Alteraciones del ritmo.
 
Dificultades psicomotoras: retraso en las destrezas motoras, lateralidad poco definida o adquisición tardía de la lateralidad.
 
Déficit de atención e hiperactividad.
 
Problemas de discriminación auditiva: tienden a confundir unos sonidos con otros o a no identificar determinados sonidos que sabemos son familiares para el niño.
 
Alteraciones en la memoria auditiva: capacidad del niño para retener y reproducir una serie de números o palabras emitidas verbalmente.

4.  DISCALCULIA

La discalculia o dificultad en el aprendizaje de las matemáticas (DAM), es una dificultad de aprendizaje, específica en matemáticas, que es el equivalente a la dislexia, solo que en lugar de tratarse de los problemas que enfrenta un niño para expresarse correctamente en la lengua materna, se trata de la dificultad para comprender y realizar cálculos matemáticos.



La discalculia se caracteriza por la presencia de dificultades en:

Perceptivo-visuales
Dificultades amnésicas
Orientación espacial
Esquema corporal
Figura y longitud
Distancia y tamaño
Déficit motores y de velocidad de procesamiento.

Entre los diferentes síntomas que se producen dentro del fenómeno de la discalculia, cabe destacar los siguientes:

Dificultades frecuentes con los números, confusión de los signos: +, -, / y ×, identificación, reversión o transposición de números, etc.

Dificultades amnésicas relacionadas con la información numérica.
Errores en las operaciones matemáticas básicas (suma, resta, multiplicación y división).

Dificultades con tablas de itinerarios, cálculo mental, señas y direcciones, etc.
Buena capacidad en materias como ciencias y geometría hasta que se requiere un nivel más alto que exige usar las matemáticas.

Dificultades relacionadas con la orientación espacial, tanto la propia como la de los objetos.

Dificultad con los conceptos abstractos del tiempo y la dirección.

Incapacidad para realizar planificación financiera o presupuestos.

Incapacidad para comprender y recordar conceptos, reglas, fórmulas, secuencias matemáticas (orden de operaciones).

Déficits en referencia a las relaciones entre figura y longitud.

Hay errores de transcripción, por ejemplo, escribir números dictados.

Dificultad para llevar la puntuación durante los juegos.

Ansiedad, ante aquellas tareas y actividades relacionadas con las matemáticas.

Dificultades para realizar abstracciones y elaborar asociaciones a partir de material numérico.

Se utilizan los dedos para contar.

5.  DISPRAXIA

La dispraxia se refiere a problemas con el movimiento. Eso incluye dificultad en cuatro habilidades clave:

A.  Habilidades motoras finas

B.  Habilidades motoras gruesas

C.  Planificación motora

D.  Coordinación
 



Generalmente, estos desafíos no ocurren por sí solos. Los chicos que tienen dificultades con las habilidades motoras a menudo tienen otras condiciones. Las dificultades más comunes que coexisten incluyen:


1)   TDAH y dificultades del funcionamiento ejecutivo

2)   Dificultades con la transcripción y la escritura a mano, como la disgrafía

3)   Dificultades del procesamiento sensorial

4)   Problemas de salud mental, como la ansiedad

5)   Velocidad de procesamiento lenta

6)   Autismo


Es importante saber que la dispraxia no es un diagnóstico formal. DCD es el diagnóstico oficial para las dificultades motoras. Revise las señales del DCD a diferentes edades.

Algunos padres se preguntan si las dificultades con las habilidades motoras desaparecen. La respuesta es no, pero con intervenciones, las habilidades pueden mejorar.

6.  DISFEMIA

La disfemia o tartamudez es una perturbación de la fluidez de la expresión verbal caracterizada por repeticiones, bloqueos, espasmos o prolongaciones involuntarias de sonidos y sílabas sin que existan anomalías en los órganos de fonación. Se acompaña frecuentemente de mutismo, retraimiento y evitación de situaciones en las que el niño se vea obligado a comunicarse. Muchos autores emplean el término “disfemia” para referirse al trastorno y “tartamudez” como la forma peculiar de habla.



Muchos autores emplean el término “disfemia” para referirse al trastorno y “tartamudez” como la forma peculiar de habla.

Según su origen, se diferencian dos tipos de disfemia:

Neurogénica: es resultado de una comunicación deficiente entre el cerebro, los nervios y los músculos como consecuencia de una patología cerebrovascular.

Psicógena: de origen psicológico. Puede estar provocada por un trauma grave o por situaciones de angustia o ansiedad.

Según su sintomatología, diferenciamos:

Tartamudez tónica: se caracteriza por el habla entrecortada con espasmos iniciales. El niño emite a continuación un discurso precipitado acompañado de una gran tensión muscular.

Tartamudez clónica: se caracteriza por las repeticiones silábicas involuntarias y bruscas antes de iniciar la frase o en el curso de la misma. Se acompaña de contracciones labiales breves y rápidas.

Tartamudez mixta: es el tipo más frecuente de disfemia. Combina características de los dos trastornos anteriores.

No es infrecuente que muchos niños muestren los dos y tres años de edad una tartamudez evolutiva, que se manifiesta en forma de repeticiones o bloqueos y que, en la mayoría de los casos, remite totalmente.
Su causa no está plenamente identificada si bien parecen intervenir en la misma tanto factores intrínsecos a la persona como ambientales.

7.  DISORTOGRAFÍA

La disortografía es un trastorno específico de la escritura que condiciona y dificulta al niño cuando escribe un texto, aun cuando no tiene problemas para leer o incluso tiene una buena comprensión lectora.



Son niños que cometen muchas faltas de ortografía de forma constante, tanto es así que, en ocasiones sus textos resultan ininteligibles.

Síntomas:

- Omite sílabas al escribir una palabra: Peparar en vez de preparar.

- Añade más letras o sílabas de las que contiene una palabra: Tarata en vez de tarta.

- Invierte fonemas: Folor, en vez de flor.

- Sustituye algunas letras por otras similares: la m y la n, la p y la q.

- Une palabras: Es frecuente que no deje espacios entre palabras, por ejemplo, conmis manos o alas tres y cuarto.

- No pone mayúsculas, a pesar de conocer la regla.

- No utiliza los signos de puntuación: sus textos son corridos, nunca o casi nunca añaden comas o puntos.

- Comete faltas incluso copiando un texto.

8.   DISGNOSIA

Las gnosias son el reconocimiento consciente del mundo exterior y del propio cuerpo a través de una o varias modalidades sensoriales. Dicho concepto está muy ligado al concepto de percepción ya que son dos momentos de un mismo proceso. Mientras que en la percepción interviene el nivel discriminativo del estímulo (características de los objetos, del espacio y del tiempo), en las gnosias interviene el nivel semántico que es cuando le damos significado, es decir, interpretamos el estímulo.



La forma esencial de la actividad perceptiva es la exploración, por ello siempre que hablamos de lo gnósico hacemos referencia intrínseca al movimiento, ya que el propio estímulo desencadena una respuesta que es un movimiento aunque éste sea sólo percetivo.

La perturbación en este proceso produce una dificultad de aprendizaje denominada disgnosia. Es decir, una alteración en la integración de las gnosias en ausencia de retardo mental, dificultades sensoriales importantes, dispraxia, disfasia o alteración motriz.

9.  DISPROSODIA

La disprosodia es una alteración en la pronunciación y la entonación de las palabras, cuya causa se ha relacionado con daños neurológicos importantes. Se trata de una de las manifestaciones del Síndrome del acento extranjero, aunque también se presenta en personas con Parkinson, entre otras condiciones. Además es una alteración que ha permitido estudiar las relaciones entre lenguaje, estado afectivo, procesamiento emocional y comunicación.


El término “disprosodia” se compone, por un lado, del vocablo “dis” que quiere decir separación, divergencia o dificultad. Y por otro lado, se compone de la palabra “prosodia”, que en gramática es la rama encargada de enseñar la pronunciación y acentuación correcta de las palabras.
En fonología, la prosodia estudia los rasgos fónicos que afectan a la métrica, por ejemplo el ritmo o la estructura de los versos, pero especialmente los acentos y la entonación.

Así pues, la disprosodia es la dificultad para pronunciar o entonar adecuadamente las palabras. Se caracteriza por alteraciones en la intensidad, las pausas, el ritmo, la cadencia y la entonación de las palabras. Como tal, la persona que tiene disprosodia puede comprender el lenguaje y vocalizar las respuestas deseadas, no obstante, encuentran dificultades para controlar la manera en que enuncia dichas respuestas.

10.     DISMUSIA 
 

Amusia es el término con el que se denomina a un número de trastornos que inhabilitan para reconocer tonos o ritmos musicales o de reproducirlos, lo que a su vez puede acarrear problemas con la escritura o la dicción.



El término "amusia" se compone de a + musia que significa "carencia de música".

La amusia puede ser congénita o adquirida debido a una lesión en el cerebro.
Este trastorno específico fue acuñado en comparación con el término Afasia, ya que su asociación con esta patología es en un 50% de los casos evidentes, y durante más de un siglo se estableció una analogía neuropatológica con este término.


11.     DISMNESIA

La dismnesia es la disminución de la memoria.

Dificulta el recuerdo de algunos eventos o los evoca en forma confusa.

Cuando existe alguna perturbación de la memoria y empieza a afectar en la vida cotidiana, es recomendable buscar ayuda profesional para evitar que pueda convertirse en un trastorno más serio.


 
Puede que olvides cosas que a cualquiera le pueden pasar. Pero cuando los olvidos son frecuentes, tienes que averiguar qué es lo que te está sucediendo.
Las perturbaciones pueden ser ocasionadas por un daño orgánico o por factores psicológicos. Los agentes orgánicos pueden ser los traumatismos cerebrales, una deficiencia circulatoria, etc. En el aspecto psicológico, puede suceder que la disfunción esté asociada con depresión, ansiedad o ser efectos secundarios al consumo de alcohol y otras sustancias.

En otros casos, el hecho de perder la memoria puede deberse a que se ha dejado la vida laboral, al aislamiento o a la carencia de motivación.


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